La incertidumbre: fiel compañera de viaje

La incertidumbre: fiel compañera de viaje

Estamos en un entorno donde el cambio es un imponderable en nuestras vidas. Este contexto de mayor incertidumbre nos exige que estemos actualizados y consideremos diferentes escenarios de manera constante. La Pandemia del Covid-19 nos enseño que los factores que escapan de nuestro control pueden desbaratarnos fácilmente los planes y que nuestra capacidad de adaptación a unas nuevas circunstancias que no habíamos ni contemplado, pasa a ser una gran ventaja competitiva. Uno de los aprendizajes que hemos hecho de esta dura e intensa experiencia, ha sido que ahora nos focalizamos más en la dirección que queremos tomar, más que en un objetivo muy concreto.

Eh aquí uno de los grandes aprendizajes obtenidos: “Set the direction, not the destination”.

Y ¿Por qué he puesto este y no otro? Porque antes el conocimiento técnico nos resolvía la mayoría de nuestras dudas y nos decía que caminos tomar y como dar los pasos y en que momento. Ahora el conocimiento técnico continúa siendo muy necesario, pero con él solo no nos basta. Ahora tenemos que incorporar la incertidumbre como una variable con un porcentaje elevado de protagonismo en nuestra ecuación.

Y… ¿de quien podemos aprender de como gestionar la incertidumbre? Pues unos muy buenos maestros son los alpinistas y exploradores. ¿Cuales son sus reglas de juego?, expongo algunas:
La variabilidad meteorológica. En cuestión de minutos te puede variar la temperatura varios grados. Y no estoy hablado de 2 o 3, sino de 10-15 grados tranquilamente
La tipología de terreno puede variar en función de la época del año. No es lo mismo en verano que en invierno. Y no es lo mismo a principios de invierno que a finales donde la nieve está más transformada
El aislamiento. Puede que haya cobertura o no.
Como te afecta a nivel corporal la altitud
Nunca dispones de toda la información que necesitas.

Todos estos factores que no controlamos o de los que no tenemos toda la información necesaria a priori hacen que debamos asumir riesgos. Es en la falta de control (que es lo que quiere nuestro cerebro, tenerlo todo bien controladito) cuando aparece el riesgo y también el miedo.

RIESGO: probabilidad de que ocurra un daño basado en la exposición a un peligro y lo vivimos como una sensación.

MIEDO: es una emoción y aparece cuando se ven amenazados nuestros objetivos. El miedo es la ansiedad provocada por la anticipación de un peligro.

En las actividades de montaña y exploración, tanto el riesgo como el miedo son muy tangibles. Las actividades que se hacen pueden conllevar consecuencias, digamos, importantes.

Profundicemos un poco más en el Riesgo.

El Riesgo, por mucho que sea una probabilidad es subjetivo e individual. Pongo un ejemplo: El % de que me pegue un castañazo cogiendo una curva cerrada a 200km/h es x. La sensación de riesgo que tendré yo o la que tendrá Fernando Alonso no tiene nada que ver.

Si el riesgo es subjetivo e individual, el grado de este depende muchísimo de las facultades de cada uno. Por lo que conocernos bien y sabernos valorar correctamente a nosotros mismos es básico. No siempre podemos rendir al 100%. Solo si nos conocemos bien sabremos en que % de rendimiento estamos en cada momento y por lo cual que riesgo podemos asumir.

Y… con el miedo, ¿Qué hacemos? Recordemos que el miedo es una emoción y determina nuestra respuesta ante una situación anticipada de peligro.

Pues nuestra respuesta no siempre será la misma. Dependerá de la sensación de riesgo que tengamos en ese momento. Y nuestra respuesta puede ser una de estas tres: avanzar, retroceder o bloquearse.

Y ¿de que tenemos miedo?: de lo desconocido, de sobreestimarnos a nosotros mismos o de no estar a la altura. (¿Os suena el síndrome del impostor? Aquí lo tenemos como última opción)

Nuestro cerebro, tiene por objetivo nuestra supervivencia, no que consigamos nuestro objetivo, por lo cual se aliará con la razón y nos dará tres tipos de justificaciones ante una situación en la que sintamos miedo: buscará excusas, descargará la responsabilidad en otros o simplemente nos dirá que estas cosas pasan.

Conocernos bien, nos dará la cave para poder decidir en cada momento que riesgos asumir, cuales minimizar y cuales asegurar y así poder alinearnos con nuestros objetivos y saber darle la credibilidad que corresponda al miedo que podamos sentir

Y para acabar os comparto una quote que me la recuerdo muy a menudo: “Never trust your fears. They don’t know your strengh”, porque yo también tengo miedo… sobre todo cuando decido adentrarme en terrenos desconocidos para mi.

Contáctame si tienes dudas, comentarios a hacer o tienes curiosidad sobre lo que he compartido en este post. De verdad, no dudes en hacerlo, estaré encantada de comentarlo contigo

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